sábado, 12 de marzo de 2011

La importancia de poner boca abajo a su bebé

El número de casos de malformaciones craneofaciales que afectan a nuestros bebés en nuestra sociedad va en aumento. Las malformaciones más frecuentes son las benignas o posicionales, que afectan a la región posterior del cráneo, concretamente la Plagiocefalia posterior (deformidad de implica un cráneo oblicuo) y la braquicefalia (cráneo plano posterior simétrico) y curiosamente estas malformaciones suelen ir asociadas a un cierto retraso psicomotor del bebé o a la ausencia de determinadas etapas como el gateo o la sedestación.
Uno de los factores etiológicos de esta situación es el incorrecto manejo del bebé, que permanece en decúbito supino (sobre su espalda o boca arriba) los cuatro primeros meses de vida, sin que se le dé la oportunidad de ponerle boca abajo.
La postura prona (boca abajo) cayó en desgracia cuando la Academia Americana de Pediatría, determinó que uno de los factores etiológicos de la muerte súbita en el bebé era el decúbito prono, momento desde el cual, se desaconsejo seriamente poner a dormir a los niños boca abajo. Hasta aquí estamos de acuerdo, pero ¿qué pasa cuando el niño está despierto? ¿También está contraindicado? La respuesta es no, y no solo no está contraindicado, sino que es una postura fundamental para que el bebe se desarrolle con normalidad.
Los bebes deben ser colocados boca abajo, siempre cumpliendo dos premisas, una que este despierto y dos que este bajo la atenta supervisión de un adulto. Si cumplimos estas dos condiciones, el decúbito prono se convierte en una postura básica que ofrece al bebé la posibilidad de ir madurando psicomotrizmente, ir explorando sus posibilidades motoras e ir ganando confianza en su propio cuerpo.
¿Cuáles son esas ventajas? ¿Qué logramos con el decúbito prono?
  1. Control cefálico desde el prono, el bebé desde la postura prona va intentar levantar su cabecita venciendo la fuerza de la gravedad, estimulando y potenciando la musculatura de su cuello, las primeras veces aguantará unos segundos pero poco a poco irá ganando confianza y fuerza hasta conseguir permanecer con la cabeza erguida minutos, del mismo modo irá despegando cada vez más el pecho del plano sobre el que esta tumbado.
  2. Modificación de la curva lumbar de cifosis a lordosis, cambio necesario para que el bebé logre la sedestación libre, el gateo y la bipedestación normal sin dificultades.
  3. Volteo de boca abajo a boca arriba, cuando el bebé tiene un buen control en prono y despega el pecho y tiene un apoyo a nivel de antebrazo o mano, con un leve movimiento de su cabeza, consigue voltearse solo, de nuevo es un logro importante para el desarrollo psicomotor.
  4. Alivio del malestar digestivo del bebé, la posición prona mejora los dolores de estómago que puede tener el bebé causados por hernias de hiato y molestias intestinales.
  5. Mejora la función respiratoria, la modificación de las presiones abdominales que provoca la postura prona, hacen que el bebé trabaje a nivel respiratorio de manera más intensa y lucha previniendo y mejorando el pectum escavatum (esternón hundido).
Tras esta exposición, queda patente la importancia de poner a su bebé sobre su tripita como muchos denominan “tiempo de pancita” varias veces al día, unos cuantos minutos en función de la tolerancia del bebé a esta postura. Es posible que al inicio la rechacen, porque les modifica el campo visual y si quieren ver se tienen que esforzar en levantar la cabeza, esto es normal, pero esto no debe hacernos claudicar en el intento, para eso el adulto debe estar próximo a él para tranquilizarle, ofrecerle estímulos sonoros y auditivos que despierten su curiosidad y le inciten a levantar la cabecita y a permanecer mas rato cada vez en esta posición tan necesaria. Los cuatro primeros meses de vida del bebé son el momento perfecto para realizar este manejo, pues en este periodo él es inmaduro para cambiar de posición y necesita que sea el adulto cuidador de referencia el que posibilite y facilite el correcto desarrollo.
La prevención es fundamental, y en pediatría aun más. Un ejemplo de cómo funciona el manejo postural correcto en la prevención y tratamiento de las malformaciones craneofaciales lo tuve en el centro de salud donde realice mi tesis de osteopatía “La Plagiocefalia posicional y su abordaje osteopático a través de las técnicas manuales”, donde tras incluir una hoja de cuidados posturales en la consulta del pediatra, siendo esta hoja facilitada a los padres desde la segunda visita, el número de casos de malformaciones se redujo drásticamente.
Está en su mano participar en esta prevención, póngale boca abajo, despierto y con supervisión, este será nuestro lema.

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