domingo, 20 de marzo de 2011

Dolor de cabeza, cuello, nuca u hombros de origen cervical o tensional



El dolor de cabeza, cuello, nuca u hombros de origen cervical o tensional con rectificación de la columna generalmente se debe a contractura de los músculos del cuello, cara o cabeza.

A su vez la contractura muscular es consecuencia de la presencia de focos irritativos o de campos interferentes en la región o distantes.

En la radiografía o en la resonancia puede verse artrosis, hernia de disco, rectificación. Lo común es que se culpe a lo que se ve en esas imágenes como la causa del problema. Pero en realidad las imágenes representan sólo el resultado de un proceso.





El dolor puede acompañarse de limitación del movimiento, mareos, vértigo, náuseas, vómitos, taponamiento de oídos, sensación de vacío en la cabeza, etc. A veces el dolor no es tan importante y predomina alguno de estos otros síntomas. Una columna rectificada simplemente significa que ha perdido su curvatura normal porque los tejidos blandos que la rodean (músculos, tendones) se encuentran bajo enorme tensión.

Cuando el problema persiste en el tiempo y no responde a los tratamientos comunes, la causa habitualmente se debe a la actividad de un foco irritativo o de un campo interferente que irrita al sistema nervioso. Esa irritación, que suele estar presente desde mucho tiempo atrás, se mantendrá en la memoria del cuerpo hasta tanto no sea corregida mediante tratamiento adecuado. La postura, un esfuerzo, una gripe, un problema emocional o el estrés pueden representar el desencadenante en un sistema sobrecargado por otras irritaciones.

La columna cervical, como cualquier otra parte del organismo, no puede ser analizada como un elemento mecánico que funciona independientemente de la persona. Es una estructura viva y está sometida a todas las influencias positivas y negativas, internas y externas, que recibe esa persona.

De acuerdo a nuestra forma de entender el problema, el mareo, el vértigo, el dolor de cabeza, representan el último eslabón de una cadena de al menos tres eslabones. Tratar el último eslabón de una cadena significa tratamiento sintomático, es decir solución temporaria sin resolución de la causa.

El segundo eslabón en esta cadena está representado por contractura muscular disfuncional, con la consiguiente rectificación cervical; artrosis, hernia discal. Tratar este segundo eslabón con anti-artrósicos, corticoides (cortisona) o relajantes musculares también es ofrecer un tratamiento que no va dirigido a la causa, es paliativo y no resuelve el problema.

El primer eslabón de la cadena suele ser un campo interferente en cualquier sitio del cuerpo que con el tiempo provoca contractura muscular, y con el tiempo cambios morfológicos en el hueso, disco o cartílago vertebral. Un campo interferente puede causar síntomas directamente sin provocar los cambios en el segundo eslabón.

El tratamiento de elección y generalmente curativo es el del campo interferente causal.

con la fisioterapia y la osteopatia vamos buscando ese origen primario para erradicar el problema, y no solamente se tratan los sintomas como seria el dolor y la inflamación.


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