lunes, 22 de agosto de 2011

codo de tenista y epicondilitis lateral

Descripción
El codo de tenista ó epicondilitis es una lesión de los músculos y tendones en la cara lateral externa del codo, que procede de un sobreuso o de esfuerzos repetitivos a ese nivel. La contracción repetida de las fibras musculares del antebrazo genera una tensión localizada en los puntos de inserción de los tendones en el hueso del codo.
- Epicondilitis lateral



La lesión más frecuente de extremidad superior en el tenis es la lesión lateral de codo, resultado de un esfuerzo excesivo o repetitivo sobre los tendones extensores del antebrazo, en particular los del músculo extensor corto del carpo. Más frecuente en el jugador amateur, la lesión suele ser resultado de un revés con mala técnica (golpear la bola a contragolpe, cargando la energía sólo en el antebrazo, en vez de en todo el brazo desde el hombro), o de un potente saque de smatch en el que se combinen pronación (palma hacia abajo) y flexión rápida de la muñeca, cargando todo el esfuerzo en los referidos tendones extensores del antebrazo.
- Epicondilitis medial
La epicondilitis medial es menos frecuente, y ocurre de forma característica con actividad flexora y pronación simultáneas de la muñeca, como puede ocurrir:
  • 1) al final de la volea, cuando el jugador flexiona rápidamente la muñeca para llevar la raqueta hacia delante.
  • 2) en la primera fase del saque, cuando se localiza todo el esfuerzo en los tejidos mediales del codo.
  • 3) el llamado "codo de golfista" que se da en el codo derecho de un jugador de golf diestro cuando lleva a cabo un swing defectuoso con el tronco rígido.
  • 4) el llamado "codo de nadador", que se da por falta de técnica en algunos estilos de natación, especialmente espalda.
Debe tenerse en cuenta que la epicondilitis no se limita a jugadores de tenis, golf, béisbol o nadadores, sino que se puede dar en cualquier actividad que ponga los compartimentos medial o lateral del codo bajo esfuerzos repetitivos similares (martillear, uso de destornilladores, o incluso trabajo de ordenador, etc.

martes, 16 de agosto de 2011

¿Cuál es el mejor momento para decir adiós al pañal?

Para muchos padres, una de las etapas más complicadas de afrontar en el desarrollo de sus hijos es la retirada definitiva del pañal. A las dudas habituales sobre el proceso -¿cuál es la mejor época?, ¿cómo hay que hacerlo?, ¿cuánto tiempo tardará en aprender?- a menudo se unen la frustración y la impaciencia por conseguir que el pequeño avance un paso más en su vida autónoma lo que, según los especialistas, puede dificultar considerablemente la tarea.

La clave, aseguran, es tener paciencia y entender que el control de esfínteres es un proceso complejo que exige su tiempo.

No hay un 'método infalible para aprender a ir al baño', pero sí parece que determinadas pautas son fundamentales para favorecer el proceso.

La primera, tal y como señala un artículo publicado esta semana en la revista 'Canadian Medical Association Journal', es no forzar al pequeño e iniciar el aprendizaje sólo cuando haya mostrado cierto interés en él (a través de manifestaciones directas o signos que indican que es capaz de controlar las evacuaciones).

En ese caso, hay que comenzar utilizando un orinal o un pequeño inodoro portátil –nunca usar el WC convencional porque el niño no puede apoyar sus pies y adoptar una postura adecuada- y reforzar positivamente su uso. "Cuando lo consiguen hay que animarles, apoyarles, aplaudirles. En cambio, si no lo hacen, nunca hay que castigarles ni reñirles porque esto puede tener consecuencias negativas", explica Juan Casado, jefe de Pediatría del Hospital Niño Jesús de Madrid.

Aunque en las guías hay algunas variaciones en cuanto a la fecha de inicio, Casado señala que el control de esfínteres se inicia entre los dos y tres años.

"En algunos casos, el control del esfínter rectal cuesta más porque les molesta, les duele o se asustan, y sólo quieren hacerlo en el pañal", explica Casado, que recomienda "mucha paciencia", refuerzos positivos y una dieta abundante en agua y rica en residuos (fibra) para favorecer las heces blandas.

En cuanto al esfínter vesical, la mayoría lo controla en torno al tercer año, si bien a "muchos se les escapa el pis por la noche hasta el cuarto o quinto año", explica este especialista, quien subraya que esto no debe ser tratado como un problema –enuresis nocturna- hasta superada esta fecha y siempre que el niño tenga alteraciones en su autoestima por ello.

sábado, 6 de agosto de 2011

consejos!! el portatil en casa


video muy simple pero lleno de buena informacion de los habitos posturales con el ordenador esta hecho por voodafone espero que os sirva.

http://www.youtube.com/watch?v=jbV5dGvJWyo